sábado, 6 de febrero de 2016

ALACENA RENOVADA



Esta alacena llegó al taller desde Toledo y en dos turnos. Primero restauramos la parte superior y posteriormente la inferior. Resultó un trabajo bastante laborioso porque estaba bastante dañada por el tiempo y el uso, pero al final el esfuerzo mereció la pena.


Tenía numerosas capas de barniz y la madera bastante dañada por lo que pintarla nos pareció la mejor solución.


Elegimos un esmalte acrílico en un tono beis claro. Antes de aplicarlo dimos un par de manos de imprimación multiusos.



Pintamos los pomos en un azul muy parecido al de los cristales, con un esmalte de porcelana en frío.



Entelamos el interior con una tela de flores con fondo azul.





Cambiamos las baldas interiores por unas nuevas que pintamos en el mismo color que el exterior, para protegerlas y hacerlas más resistentes les aplicamos una capa de barniz. En el borde de las tablas pegamos una cinta de terciopelo azul marino.


Le añadimos una moldura en la parte central y dos más pequeñas sobre los pomos de las puertas, éstos últimas  nos ayudaron a ocultar unas aberturas de cerraduras.


Para terminar aplicamos una pátina de betún de judea.



La parte inferior estaba aún más deteriorada y fue necesario realizar algunas reparaciones.








Quitamos el papel del interior de los cajones.


Sustituimos los estantes por unos nuevos.




Los pintamos en el mismo tono que el exterior y en el borde también pegamos cinta de terciopelo azul marino.

El interior de esta zona de la alacena y  la parte interna de los cajones las pintamos con una pintura en el mismo tono que el fondo de la tela; nos pareció más resistente para el uso que un tejido.






 Para el exterior un par de manos de imprimación multiusos y el esmalte acrílico en tono beige, como acabado la pátina de betún de judea.



 

Los pomos los pintamos con un esmalte de porcelana en frío.


En los cajones se nos presentó el mismo problema que en la parte superior había más agujeros que cerraduras. Para solucionarlo cubrimos con una chapa de madera recortada a medida y a continuación recortamos dos flores de la tela para cubrirla.








El interior de las puertas lo entelamos.




 

Y al final la alacena volvió a su lugar de origen, lista para emprender una nueva vida.



 Un mueble heredado con un aíre distinto que dará un toque muy especial a este hogar.


 ¡Feliz sábado!