¿Dar segundas oportunidades a los muebles es buena idea? Estamos absolutamente convencidas de que la respuesta es un "sí " rotundo. Un ejemplo de ello es este armario bastante destartalado por el que nadie apostaba. Fue una tarea compleja, pero mereció la pena.
Estaba muy dañado por la carcoma, le faltaban piezas y ni tan siquiera tenía una madera buena, es de chapa... Pero nos pareció tan bonito que nos arriesgamos a restaurarlo.
Quitamos el espejo y desechamos las partes que ya eran imposibles de recuperar.
La verdad es que estaba bastante ruinoso.
Hicimos un croquis y anotamos todas las piezas que era necesario reponer.
Decapamos para eliminar todos los restos de barnices y ceras. Y le hicimos un tratamiento para la carcoma bastante exhaustivo, repetimos el tratamiento dos veces y estuvo en "cuarentana" largo tiempo, mientras nos ocupábamos de otros muebles.
La decisión del color nos llevó su tiempo, para acabar eligiendo el blanco. No teníamos claro donde iba a terminar sus días y el blanco nos pareció un acierto seguro.
Aplicamos tres manos de un esmalte acrílico satinado.
Para el interior elegimos un papel en tonos pasteles con flores.
Para terminar dimos unos toques de pátina plateada en algunas zonas.
Mantuvimos el espejo original porque no estaba demasiado deteriorado y lo rematamos con una puntilla .
El pomo, una bonita rosa de porcelana, con unas suaves pinceladas en plata.
Para el interior unas perchas de perlas blancas para acentuar aún más el aire delicado y shabby de nuestro ropero.
¿Las segundas oportunidades merecen la pena? " Claro que sí "
¡Feliz martes!