Éste era el estado del sillón cuando llegó al taller.
Tomamos las medidas para la nueva tela y nos pusimos a quitar todo el tapizado. Comenzamos por debajo del asiento, desde ahí se tiene acceso a toda la estructura.
Retiramos todo el tapizado y utilizamos las distintas piezas como patrones. Comprobamos que las espumas y la estructura de madera estuviese en buenas condiciones. La tela nueva es una combinación de rayas anchas en verdes, marrones, grises y beis. Las rayas son un clásico de la decoración y siempre aportan elegancia.
Colocamos el respaldo al que se cosieron los laterales, a continuación los orejeros, y después los reposabrazos. Las fundas de los cojines y la faldeta se cosieron parte a máquina y parte a mano. Todo el sillón va ribeteado por un cordoncillo gris y adornado con una cola de ratón en color verde.
Como detalle final hicimos una pequeña mantita para proteger la tapiceria.