Transformar este mueble de máquina de coser en tocador ha sido una tarea muy laboriosa pero hemos disfrutado mucho, fue necesario improvisar numerosas soluciones porque el mueble se encontraba en bastante mal estado.
Decapamos para limpiar bien la madera y hacer el tratamiento contra xilófagos.
Antes de pintar rellenamos los agujeros con pasta para madera.
Lijamos bien y empezamos con el proceso, dos capas de imprimación multiusos y una pintura acrílica en beige de acabado mate, y una pátina de cera blanca.
El pie lo pintamos con un esmalte sintético del mismo tono.
El interior de los cajones lo forramos con un papel pintado en tonos pastel y estampado de flores,
El hueco de la máquina lo forramos con fieltro en tono fucsia y una tela trasparente con motivos florales.
Para rematar las esquinas recortamos unas flores en fieltro.
Para los tiradores utilizamos perlas de bisutería,
En todo el contorno pusimos una cinta de dos centímetros de ancho para ocultar el mal estado de la superficie, también recortamos alguna flor con el mismo propósito,
El panel lateral lo reutilizamos colocándole un espejo, cubrimos las bisagras con las mismas telas y pegamos alrededor perlas adhesivas.
Para tapar el hueco forramos una tabla y la personalizamos con el nombre.
Todo el esfuerzo mereció la pena.
La
lámpara la habíamos realizado ya hacía algún tiempo y aquí queda ideal para complementar al tocador.
Una habitación de lo más romántica. Por cierto en la pared hay otro detalle elaborado en el desván, una de nuestras perchas.
¡Feliz jueves!