Restaurar este bonito baúl ha sido una ardua tarea pero el resultado final ha merecido la pena, hemos intentado dejarlo como creemos que debió de ser hace ya mucho tiempo, debajo de la pintura plata que lo cubría y el óxido que comenzaba a destruirlo aparecieron alguna de las tonalidades con las que lo pintamos.
El primer paso fue quitar toda la pintura, para lo que utilizamos un decapante químico.
A continuación una protección química para el óxido.
Y empezamos con el interior, quitar el papel llevó tiempo y paciencia.
Hubo que hacerle tratamiento para la carcoma y cambiar algunas piezas de la base que estaban en muy mal estado.
La base la forramos con fieltro.
Para el exterior elegimos tres tonalidades: rojo inglés, azul y mostaza.
Una vez pintado doramos los relieves.
A las zonas lisas del baúl les dimos un efecto broncíneo.
A las partes de madera les aplicamos un acabado a la cera.
Y el interior lo entelamos con una tela en color dorado, rematada con pasamanería del mismo tono, pusimos manta acrílica debajo para que estuviese mas mullido.
En la parte superior forramos un cartoncillo para hacer una tapa.
Y la sujetamos con unas gomas y un botón con perla.
Fue un proceso largo pero estamos muy contentas con el acabado, lo cierto es que fue una labor muy interesante.
¡Feliz martes!